Good Friday:
Jesus’ Death
Reading: Matthew 26:36-56
Reflection
It is nearly impossible to read this passage and not be struck by the solitude with which Jesus walks through these last hours. First is the loneliness in his burdens. Jesus’ disciples who have been with him constantly all throughout his ministry, cannot stay awake. While Jesus is crying out to the Father and wrestling with fear and his longing to avoid the suffering that lay ahead, the disciples’ eyes close and they are soon asleep. Then, Jesus experiences the loneliness of betrayal. Judas shows up and brings a mob with him and by giving Jesus a kiss, marks him as the wanted man, the target of the mob. Finally, in this passage, as Jesus is clear that he will not resist the mob, the remainder of his disciples run away and Jesus is left alone.
Jesus would go on to experience an even more profound loneliness on the cross. The pain of this abandonment would cause him to cry out, “‘Eli, Eli, lama sabachthani,’ which means, ‘My God, my God, why have you left me?’” (Matthew 27:46) Jesus underwent the deepest loneliness anyone could ever experience, but what held him, even at those moments, was love. Both the love that flows from Father to Son and Son to Father and, more incredibly, his love for us. This love from the cross extended to his disciples, who could not stay awake to pray with him. It extended to Judas, who betrayed him. And yes, it even extends today to you and me. It is through Jesus’ death and resurrection that our relationships with God and with others are able to be restored to their intended wholeness. Where we can know the depths of love that sustained Jesus. Where we can experience such deep communion with God that we are never truly alone.
Questions
- What emotions do you experience when you pause to reflect on Jesus’ love for us – a love that caused him to undergo the abandonment of the cross?
- How do you respond to this great love? What are the regular practices which help deepen your connection with God or that you want to begin doing to deepen your fellowship with our God who is always with us?
Invitation
We invite you to join us tonight at 6:00 PM for our Good Friday Service as we continue to reflect on the events of that Friday night. We will gather on Facebook and on our website at 6:00 to reflect and pray together.
Prayer
God of love, who experienced loneliness, grief, and death for us. May we remember in our deepest moments of despair that you suffered abandonment so that we might never have to. May we remember the gift of your Spirit, which never leaves us alone. Amen.
Viernes Santo:
La muerte de Jesús
Lectura: Mateo 26:36-56
Reflexión
Es casi imposible leer este pasaje y no ser afectado por la soledad que Jesús experimentó esas últimas horas. Primero, la soledad de sus cargas. Los mismos discípulos que lo acompañaron el resto de su ministerio no pueden quedarse despiertos. Mientras Jesús está clamando al Padre, afligido por el temor y su deseo de evitar el sufrimiento que ve por delante, los discípulos cierran sus ojos y se quedan dormidos. Después, Jesús experimenta la soledad de ser traicionado. Judas llega con una multitud violenta y, con un beso, señala que Jesús es el hombre que estaba buscando. Por último, cuando Jesús da de entender que no va a resistir la multitud, el resto de sus discípulos huyen y lo dejan a Jesús solo.
En la cruz, Jesús experimentó una soledad aún más profunda. El dolor de este abandono lo haría exclamar: «Eli, Eli, ¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». (Mateo 27:46) Jesús sufrió la soledad más profunda que se puede sufrir, pero lo que lo sostuvo, aún en esos momentos, fue el amor. El amor que fluye del Padre al Hijo y el Hijo al Padre, pero también, asombrosamente, su amor por nosotros. Desde la cruz, este amor se extendió hacia sus discípulos, aquellos que no pudieron quedarse despiertos para orar con él. Se extendió hacia Judas, quién lo traicionó. Y aún hoy se extiende hacia ti y hacia mí. A través de la muerte y resurrección de Jesús, nuestra relación con Dios y con otros ha sido restaurada a la plenitud que Dios tenía planeada. Así que ahora podemos conocer el profundo amor que lo sostuvo a Jesús. Ahora podemos experimentar una comunión tan profunda con Dios que nunca estamos verdaderamente solos.
Preguntas
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¿Qué emociones siente cuando toma una pausa para contemplar el amor de Jesús por nosotros – un amor que lo llevó a experimentar el abandono de la cruz?
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¿Cual es su respuesta a este gran amor? ¿Qué prácticas sigue para profundizar su conexión con Dios? ¿Qué prácticas desea comenzar para profundizar su comunión con nuestro Dios que siempre está con nosotros?
Invitación
Le invitamos a que nos acompañe esta noche a las 6:00 PM durante nuestro servicio de Viernes Santo, donde seguiremos reflexionando sobre los eventos de aquella noche. Acompáñenos en Facebook o nuestra página web a las 6 para reflexionar y orar juntos.
Oración
Dios de amor, tú experimentaste la soledad, el dolor y la muerte por nosotros. Ayúdanos a recordar en nuestros momentos de más profunda tristeza que sufriste el abandono para que nosotros no tengamos que experimentarlo. Ayúdanos a recordar el regalo de tu Espíritu que nunca nos abandonará. Amen.